La Historia de los Bathory
Desde sus origenes, los Báthory se distinguen y forman un clan que va desde un místico que tradujo la bíblia hasta una condesa adepta a los baños de sangre. Todos fueron unos tarados, crueles, lujuriosos, dementes y valientes, tal y como lo dejó escrito Valentine Penrose, única biógrafa de la célebre condesa.
Familia principesca de Transilvania, descendencia del horror en una patria donde las criaturas de la noche y los vampiros bailaban macabremente sobre los cadáveres delos súbditos, su nombre es sin duda de origen alemán. El clan Báthory encontró su apellido hacia finales del siglo XIII, bajo el reinado de Ladislao IV, donde un caballero mereció, por su bravura, el nombre de "Bator", que significa "el Valiente".
De toda esta série de retratos de los Báthory se desprende como unas emanacionesde locura. Las taras se transmiten, se heredan de padre a hijo, de generación a generación... Los Báthory padecen de gota (ácido úrico en miembros y articulaciones), pero también de un extraño y desconocido mal para la época, la epilepsia. Toda su vida, Erzebet Báthory se quejara de horribles e insufribles doloresde cabeza.
Nació en 1560. Su juventud se desarrolló en sombríos castillos, golpeados por los vientos invernales. La melancolía y la muerte fueron sus compañeros de juegos. El peligro turco preocupaba, y siempre llegaban los ecos de los desgarradores gritos delas víctimas... reinas y favoritos eran decapitados, asesinados. La sombra de la muerte se extendía cual bruma malévola sobre el conjunto del país.
Fue, a sus 11 años, prometida a un Hadasdy (o Nadasdy), gran familia de Hungría. Ferencz, el novio, había nacido el 6 de octubre de 1555, revelandose tempranamente como un gran combatiente ante el enemigo turco, merecedor, por su bravura, del títulode "Príncipe Negro".
La costumbre de entonces exigía que Erzebet fuera educada por su futura suegra, una dama pudibunda y mea-pilas que le privaría de todas las alegrías de la infancia, ahogándole con piadosas y santas lecturas.
La boda se celebraría cuatro años después, en mayo de 1575, sellando la unión dedos poderosísimas familias húngaras. Los novios se instalaron en el castillo deCsejthe, mansión y fortaleza lúgubre y sombría que coronaba una desértica montaña. Es entre esos lóbregos muros que Erzebet Báthory pasaría la mayoría de su existencia mientras que su esposo la abandonaba para guerrear contra los turcos. Aburrida, sola, abandonada, recorre los largos, húmedos y sombríos corredores del castillo.
¿Engañó a su marido? Sin duda... Durante su juicio, su lesbianismo fue puesto en evidencia. La biógrafa Valentine Penrose habla de una misteriosa mujer, como iniciadora de la condesa en esas lides amorosas. Las primeras manifestaciones de su crueldad, aparecieron en vida de su marido el conde Hadasdy. Una pariente de este último, fue desnudada, embadurnada de miel, y abandonada un día y una noche en el jardín para que los insectos la devorasen y picasen,... uno de los castigos de la condesa Erzebet.
En 1579, su suegra fallece, y es de esa época que data el único retrato, hoydesaparecido, de la condesa Erzebet Báthory-Hadasdy. En repetidas ocasiones se trasladó a Viena, y ya circulaba por entonces el apodo con la que le habían bautizado "Blutgräfin" (Condesa Sangrienta en alemán). Se contaban historias de sangre corriendo por la capital austríaca, de los gritos de jóvenes doncellas asesinadas.
Hacia finales del siglo XVI, la pareja había adquirido un viejo palacio, y allí parece que su sadismo rebasó los límites. Las noches se hacían eco de los gritos de terror y sufrimiento y, cada mañana, Ilona y Darko, tiraban a la calle cubos y cubos de agua enrojecida.
Es también en ese palacio que hubo de tirar cenizas alrededor de su cama, puesto que los charcos de sangre, en su alcoba, eran tan grandes, que no podía cruzarlos para echarse a dormir o a descansar. El testimonio de Ilona es claro: "...hasta en su palacio de Viena, la condesa buscaba un sitio dónde poder torturarlas lejos demiradas indiscretas; siempre había que limpiar los muros y los suelos..."
Las estancias en ese palacio vienés siempre fueron excepcionales. Tres hijos nacieron, sin embargo, y siempre demostró ser una madre atenta, tierna y cariñosa con ellos. Los años pasaron y, contra el aburrimiento, contra el tiempo que pasa inexorablemente, Erzebet quiere, desea fervientemente, permanecer joven y bella.
A sus 50 años, según los testimonios de las personas que la conocieron, presentaba un aspecto de juventud sorprendente, casi diabólico, con una palidez lechosa que fascinaba y aterraba.
El 4 de enero de 1604, su esposo fallece y Erzebet se encuentra de nuevo sola y viuda. A partir de ese momento, se muestra despiadada y con fuerzas renovadas. Los cómplices triplican sus esfuerzos para contentarla, llevandole más víctimas, a cambiode comida o de recompensas monetarias. Cómplices que, en el seno de aldeas y pueblos cercanos, llevan al castillo de Csethje pobres chiquillas con que alimentar a ese monstruo hecho mujer, ese ogro sediento de sensaciones y de sangre... Y con ello crece el rumor hasta hacerse clamor, demasiadas niñas desaparecen...
Ujuary Janosz, apodado Ficzko, un jorobado idiota a la par que servil y sádico, no tenía siquiera 20 años de edad cuando fue condenado.
Jo Ilona, entró en el escenario en 1591. Fue la nodriza de los hijos de la condesa. Se la describió como una mujer alta, fuerte, fea y apestosa, como esas que nunca se han lavado en su vida.
Dorotya Szentes, apodada Dorko, especializada en encarnaciones y hechizos.
Kandoska, una alcohólica que desempeñaba la misión de recorrer el país en busca decarne fresca.
Y Katalin Beneizky, que se encargaba de hacer desaparecer los cadáveres.
La que liberó y desató la locura psicopática de la condesa fue, sin duda, Anna Darvulia. Ficzko, durante el juicio, confesó que fue después de la aparición de Darvulia cuando las torturas se volvieron más crueles y redoblaron de violencia.
Según Valentine Penrose, fue ésa quien inició a Erzebet en los juegos más crueles, enseñándole a mirar como morían lentamente sus víctimas. En 1609, cuando las sospechas se hicieron persistentes sobre la figura de la condesa, la bruja huyó en el bosque y nadie, nunca jamás, volvió a verla.
Navidad de 1610, personalidades habían pedido cobijo a la condesa Erzebet. Entre los huéspedes, el mismísimo Emperador Matías, y el palatino György Thurzo, pidieron oficialmente asilo. De hecho, ante los persistentes rumores, Thurzo se entregaba a una investigación en toda regla. Preguntaba, interrogaba, buscaba pruebas fehacientes.
Viena acabará por autorizarle a llevar a cabo las pesquisas necesarias y éstas fueron tremendas: sangre, cuerpos inertes, desfigurados, mutilados, desmembrados, esqueletos,... el horror en mayúsculas.
En una celda, la "carne fresca" esperaba las próximas sesiones de masacre, confesando que habían tenido que comer la carne braseada de sus compañeras muertas, ya que no les daban nada más. En los aposentos de la condesa sedescubrió toda suerte de signos diabólicos y todo lo necesario para celebrar misasdemoníacas, así como unas escaleras secretas que llevaban directamente a los calabozos o a la sala de tortura.
Falleció el 21 de agosto de 1614. Dos testigos dan testimonio de su muerte, cuando la guardia, curiosa de ver a esa célebre y legendaria belleza, echó un vistazo por la obertura y la vió, estirada boca arriba sobre el suelo, inmóvil...
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