¿Y a qué conclusión llega el equipo forense?
Según el estudio de los cadáveres todos murieron de hipotermia, algo lógico al encontrarse a 20 º bajo cero. Las fracturas de Lyudmila, Zolotarev y Thibeaux eran mortales, pero no se descarta la hipotermia como causa final o acelerante.
Nadie sabe qué ocurrió aquella noche , pero paradójicamente, el caso está documentado al detalle. De las fotografías tomadas por el propio equipo y sus diarios, se pueden reconstruir todos sus pasos. Se les ve felices y sin ningún problema que les afecte al llegar al lugar donde acamparían. Comieron de 18.00 a 19.00, como demuestra el contenido de los estómagos, y la comida sin digerir indica que el incidente y la sucesiva muerte de los nueve se produjo entre los intervalos que van desde las 21:30/23:30 del 1 de febrero y las 01:30/02:45 de la madrugada del 2 de febrero.
Fue en el primer intervalo de tiempo cuando se produjo lo que los investigadores llaman “evento desconocido”, algo que les produce tanto miedo que les impulsa a romper la tienda para huir colina abajo casi sin ropa, señal de que el peligro que les acechaba en la tienda era más temible que morir de frío.
Se dispersan en tres direcciones distintas en tres grupos, pero se las apañan para reunirse cerca del árbol donde encienden el fuego. Un fuego puede atraer a aquello que les asusta, que sigue en la tienda porque no regresan a ella, pero se están muriendo literalmente de frío.
Llegados a este punto se barajan tres hipótesis de por qué Krivonischenko y Doroshenko se suben al árbol, la hipótesis de buscar protegerse de algo pierde fuerza, o bien intentaban conseguir más leña para la hoguera o alcanzar un punto de visión de la tienda, ladera arriba, para ver si podían volver. Al estar congelados, tal vez ni notasen que se destrozaban las manos. Ellos dos son los primeros en morir de frío, probablemente sus compañeros les cubren con las ramas, y el grupo vuelve a separarse. Dyatlov, Rustem y Zinaida deciden acercarse a la tienda, pero van cayendo sucesivamente. Los tres mueren de hipotermia, aunque Dyatlov parece protegerse de algo o alguien y Rustem presenta una herida en la cabeza.
Los cuatro restantes se esconden, en este momento pueden sufrir las lesiones que el forense compara con un accidente de tráfico. Lesiones extrañas, ya que dañan el interior pero no producen ninguna lesión ni hematoma externo, aunque no es de extrañar debido a la congelación de los cuerpos. Cayeron por el barranco o se refugiaron en él. Una caída podría provocar los daños, aunque la altura es mínima, pero ellos ya estaban en malas condiciones. El primero en morir es Thibeaux, le sigue Lyudvina, que ha hecho girones los pantalones de Krivonischenko, ya muerto (lo que justifica que apareciera en ropa interior) para cubrirse los pies. Cuando ella muere, Zolotarev se pone su gorro y su abrigo, aunque no le sirve de mucho porque es el siguiente en fallecer. Kolevatov es el último en morir de hipotermia. Probablemente fue él el que cubrió a su compañero con el abrigo de la fallecida.
Monumento a los fallecidos en el cementerio de Sverdlovsk.
¿Qué pudo aterrorizar a un grupo de nueve personas, acostumbrados a acampar en parajes extremos, y con una gran fuerza física?. No eran colegiales de campamento con miedo a la oscuridad.
El hecho de que no llevaran ropa también es extraño, porque aun refugiados en la tienda de campaña, con una temperatura tan baja ningún experto se quitaría la ropa. Su comportamiento parece un ataque de histeria colectiva, pero al analizar sus pasos, se aprecia que eran completamente conscientes de lo que estaba ocurriendo, son capaces de reunirse después de la huida, se mantienen juntos o en grupos y hasta son capaces de encender una hoguera en la nieve.
Otro dato curioso es que un ayudante del forense aseguró que fueron 11 los cadáveres encontrados, pero los otros dos desaparecieron inmediatamente.
No tardaron en circular diversas hipótesis, desde las más descabelladas a las que parecen más razonables. El caso tuvo mucha publicidad por tratarse de nueve jóvenes, pero se cerró con otra incógnita más: los nueve esquiadores murieron por “causa mayor” o “fuerza sin identificar”, según el ejército ruso, que cerró el paso de la montaña durante tres años. El mismo que ahora lleva el nombre del jefe de la expedición, paso de Dyatlov, donde una placa recuerda a los nueve fallecidos.
¿Qué esconde el monte Kholat Syakhl?
Después del desastre empiezan las preguntas. ¿Cómo es posible que nueve jóvenes, fuertes, con experiencia, sanos, mueran congelados por el miedo y por el frío?. Y después de las preguntas, las explicaciones, que como los peces de colores las hay de todo tipo, espero no dejarme ninguna en el tintero o mejor dicho en el teclado, que cada cual elija la que más le guste.
El monte Kholat Syakhl debe su nombre a una leyenda de la tribu Mansi (como ya dijimos, significa “Montaña de los Muertos” en mansi) que cuenta que en el pasado, nueve cazadores mansi murieron por la noche, de repente, sin síntomas de violencia. Fueron encontrados al día siguiente por sus compañeros, como dormidos, pero congelados, por lo que para ellos el monte se convirtió en una montaña embrujada. Según la leyenda, la montaña estaba habitada por lo que ellos llamaban “Almas”, que se llevaban la vida del incauto que entraba en la zona. También la montaña que era el destino de los esquiadores, Gora Otorten (Отортен), significa en mansi “No vayas allí”. Cuando la gente que habita estas tierras durante décadas te avisa de esta manera, habría que tenerles un poquito en cuenta ¿no?.
Teoría de las fuerzas sobrenaturales
La tribu Mansi, cuya ayuda fue muy importante en las labores de búsqueda y rescate de los muertos, ya que se conocían la zona como la palma de la mano, lo tenían muy claro: los chicos fueron atacados por los espíritus de las montañas. Fantasmas, seres etéreos, que eran los verdaderos dueños de la zona. No aceptaban intrusos, protegían todo el entorno de las agresiones que los humanos hacen a la naturaleza. Los muertos de su tribu eran cazadores, y los pocos cazadores que se adentraban por la zona procuraban no quedarse de noche.
Los chicos eran más que intrusos, eran “extranjeros”, cortaban ramas de los árboles, hacían fuego, en cualquier momento pudieron faltar al respeto a los espíritus de la montaña y lo pagaron caro.
Si tenemos en cuenta los diarios encontrados en la tienda, Igor Dyatlov escribe que su ruta sigue un camino de caza mansi, y que el día anterior un cazador había recorrido la zona. Ellos dejan marcas en los árboles, diciendo cuántos cazadores pasan por el lugar y a qué clan pertenecen. En una de las fotografías de las cámaras encontradas en la tienda, se ve a Igor posando junto a una de estas marcas.
“Mansi, Mansi, Mansi. Estas palabras se repiten con más frecuencia en nuestras conversaciones. Mansi son gente del norte. Personas muy interesantes y únicas que habitan en los Urales Polares del Norte, encerrados en la región de Tyumen. Ellos tienen un lenguaje escrito y dejan signos característicos en los árboles del bosque”. Escribió Igor el 30 de enero.
¿Fueron los espíritus de las montañas los que aterrorizaron a los jóvenes? ¿Les paralizaron de miedo hasta que murieron congelados?
Lo cierto es que la maldición del nueve se repite. Los cazadores mansi muertos de la leyenda eran nueve. Los esquiadores del equipo de Dyatlov eran nueve. En 1960 un avión con nueve personas, entre pilotos y geólogos, se estrelló en la misma falda de la montaña. Murieron los nueve, y al recuperan la caja negra no encontraron ninguna explicación del accidente. Actualmente, los excursionistas evitan pasar en grupos de nueve.
Teoría fenomeno OVNI
Siempre que hay una historia misteriosa surge la idea de que ha sido producida por organismos alienígenas.
La idea vino esta vez del testimonio de un grupo de excursionista que se encontraban acampados varios kilómetros al sur, que afirmaban haber visto la noche de las muertes varias esferas de color naranja sobrevolando la zona donde se encontraban los esquiadores.
Curiosamente, uno de los defensores de esta teoría era un militar, que no podía mostrar las pruebas por estar clasificadas pero aseguraba que existían. Este caballero era Lev Ivanov. Tuvo muy en cuenta el testimonio de los excursionistas y en esa dirección dirigió su investigación, pero le obligaron a cerrar el caso y sus archivos fueron clasificados. Una vez desclasificados los archivos del incidente con la caída de la URSS, estos supuestos archivos ovni no aparecieron con el resto. Ivanov insistía en que precisamente los suyos, se encontraban entre los “no desclasificables”
La teoría de Ivanov apunta a que durante la noche del 1 de febrero, varias esferas de color naranja, vistas por los excursionistas que fueron testigo y varios habitantes de ciudades de la zona, y de procedencia alienígena, sobrevolaron el campamento de los nueve esquiadores. Cundió el pánico y huyeron. Tal vez no les atacaran, pero en aquellos años el miedo a luces en el cielo estaba muy arraigado. Estamos en plena guerra fría… O tal vez sí les atacaron, obligándoles a huir de la tienda y abandonarla, escondiéndose en el bosque. Las heridas que sufrieron cuatro de los esquiadores, según Ivanov, podrían deberse a la colisión de una nave y el impacto de algún fragmento.
No se encontraron restos de ninguna nave, pero para Ivanov la respuesta está en la rápida actuación del ejército, que pudo llevarse los restos. Los primeros en encontrar el campamento fueron soldados soviéticos a bordo de un avión. Hasta que llegó el equipo de rescate del Instituto Politécnico y los civiles pasó al menos un día, porque ya se habían alejado de la zona, y desde un principio pensaban encontrarlos vivos.
La coloración de la piel y el cabello, la radiactividad en la ropa y la parálisis de los cuerpos, indicaban a Ivanov que fueron objeto de un ataque alienígena. También le parecía muy a tener en cuenta la ausencia de la lengua de Dubinina era similar a las mutilaciones de ganado.
Es curioso que esta afirmación venga de un militar. ¿Se lo creía realmente o intentaba tapar algún asunto del ejército?
Teoría del ataque del Yeti
El Yeti tampoco podía faltar. Excursionistas muertos en las montañas bajo la nieve de los montes Urales, donde se decía que habitaba el abominable hombre de las nieves. Ya desde un principio si empezamos insultando exista o no, sea bueno o malo, a mí si de entrada me llaman abominable me cabreo mucho, me imagino que más el bicho en cuestión.
Los que apoyan esta teoría, afirman que el aterrador rugido del Yeti fue los que asustó a los jóvenes y lo que les impulsó a salir corriendo. Las heridas sufridas por algunos serían la consecuencia de la costumbre de tirar piedras gordas contra la gente del animalito, unido a su fuerza descomunal.
No aparecieron piedras gordas fuera de contexto por la zona, ni pisadas de Yeti, pero alegan los yetiadictos, que tampoco se buscaron
Teoría sustancias toxicas
Cierto que un chupito de vodka para entrar en calor no está descartado. Apareció una botella dentro de la tienda, pero no se indica si vacía o llena. También la teoría de la comida en mal estado se barajó en un principio. Que hubieran ingerido bayas alucinógenas (que broten en la nieve…) o sustancias por el estilo.
Eso explicaría, según esta teoría, el repentino calor que sintieron, el ataque de pánico, la desorientación, las alucinaciones… pero no sabemos si sufrieron alucinaciones o estaban viendo algo real, de hecho el grupo se organizó bastante bien protegiéndose del peligro, que era la tienda. Todos parece que vieron lo mismo por su forma de actuar, se mantienen juntos en todo momento, y no están nada desorientados, porque en la oscuridad de la noche y soplando un viento que arrastraba la nieve, fueron capaces de encontrarse.
En el análisis del contenido de los estómagos de los cinco primeros encontrados y del resto de los órganos de los cuatro restantes, no se cita la presencia de ningún tipo de sustancia extraña. Esta salida habría sido muy provechosa de haber encontrado algo y culpar a los alucinógenos, aunque tratándose de deportistas y de jóvenes de posición respetable, las familias no lo hubieran dado por válido. Está claro que no eran unos irresponsables y drogarse en lugares extremos no es de inteligentes.
Leyendo sus diarios se aprende mucho sobre ellos. Al margen de la botella de aguardiente que todo ruso lleva en la estepa Siberiana, estaban dispuestos a no fumar. Kolmogorova escribe en su diario: “Los chicos juraron solemnemente que no fumarían durante todo el viaje. Me pregunto cuánto tienen de fuerza de voluntad, si se puede vivir sin cigarrillos?”.
El último abastecimiento antes de subir al tren que les llevaría a través de la taiga fue en Zavchoz el 23 de enero. Compran harina de avena, latas y carne en conserva. Kolmogorova apunta que se olvidaron de la sal.
Que hubieran ingerido algún producto en mal estado no se puede descartar, ni el hecho de que uno o dos de ellos atacara a los demás, pero eso no explica el miedo ni la muerte de los nueve. A no ser que no fueran conscientes de lo que estaban tomando… También se habla de “Nieve Tóxica”, cuya agua pudieron beber al derretirse. La nieve tóxica sería el producto de experimentos químicos y biológicos del ejército, bombardeos, fugas de centrales, que al subir a la atmósfera se transforma en lluvia y forma la nieve de las montañas.
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